lunes, 12 de julio de 2010
Pequeña defensa contra la Intolerancia (La que sea).
. La intolerancia es una lacra que hoy y siempre ha existido en nuestro mundo. Pero uno no debe de justificar la intolerancia por el simple hecho de haber existido desde los albores de los tiempos ni que en ocasiones la intolerancia nos brota desde el pecho cuando menos te lo esperas. Y es que el volverse intolerante sea el motivo que sea es tan fácil como ser víctima de la intolerancia de los demás. La intolerancia puede ser motivada por motivos étnicos, culturales, sociales, económicos, por padecer una enfermedad o una discapacidad ya sea física como mental. Pero realmente el decir que uno es intolerante contra algo es tan ridículo como justificar que se construya jardines en las nubes sin más sosten que las propias nubes. Existen tantas y tantas excusas para justificar la intolerancia como colores. Una de ellas es por ejemplo negar lo evidente: la intolerancia de una persona. Se camufla la intolerancia tras múltiples capas, hasta intentar camuflar la intolerancia. Valiente tontería. La intolerancia es la intolerancia sea cual sea esta intolerancia y por mucho empeño que se ponga no se puede ni se debe bajo ningún aspecto defender esta barbaridad. Y ya que estoy la intolerancia esta en el mismo saco que la brutalidad desmedida, la intransigencia y la más fragante de las incapacidades mentales para entender a los demás y las luchas y reivindicaciones de los demás
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