En ocasiones las historias que tienen un final no siempre es de esos que se dicen de punto y final. En mi caso tenía algo pendiente, algo que quería hacer para poder decir, bueno ahora estoy en paz y los fantasmas están más que guardados en la bolsa de la aspiradora criando más que polvo. Pero mis cómodas posaderas estaban más que satisfechas de dejarlo pasar el momento. Bien, me imaginó que os preguntareis que tenía que hacer o tenía pensado que lo dejaba "para algún día mejor". Bien si miráis la entrada "La ultima vez" lo veréis, pero para no haceros que estéis de ceca la meca os lo pongo aquí:" Hace unos días una amiga comento que había una cosa que quería hacer en la vida, todos tenemos una ilusión, algo que queremos hacer en esta vida, mientras la oía me sorprendí al descubrí que mi ilusión, lo que me gustaría hacer en esta vida antes que todo pase, antes de morir, no era las ideas que tenía en mente, tales como visitar algún día la ciudad de Roma o contemplar los Alpes, sino ver por última vez mi antiguo instituto (esta idea no la dije en voz alta, sino que la pensé). Entrar por la puerta principal y contemplar si sigue como lo recuerdo o si ha cambiado, si están los mismos rostros de profesores que contemple tantas veces. Algunos os extrañareis por esto que os comento, generalmente cuando alguien lo ha pasado realmente mal en algún sitio, lo último que le gustaría hacer es volver aquel lugar. Yo también pensaba eso, pero e descubierto que realmente uno no puede sentirse en paz, hasta que no regresa al lugar donde tantas veces lo han humillado y lo han agredido y poder sentir que con aquel acto, tal vez uno pueda sentir que has pasado finalmente no solo una página más, sino la ultima pagina de un capitulo de tu vida (que con este blog, siento que finalmente, al contar mis experiencias, al hablaros de todo aquello, el capitulo esta ya casi cerrado), en mi caso el más amargo de mi existencia." Pues bien lo fui dejando de lado. ¿Por qué? Bueno, es una buena pregunta. Lo fui dejando por mil y unas excusas y también por que tenia pensado que cuando hiciese eso seria el ultimo capitulo del acoso escolar. Y en mi fuero interno tenia el pensamiento que también sería la ultima entrada del Blog. ¿Por qué? Bien, por que pensé que seria el mejor broche para terminar con las entradas. Pensé que si hacía lo que tanto me rondaba por el cerebro mi mente inquieta no aguantaría y haría la entrada, lo que me obligaría a ser consecuente y terminar con el blog. Pero me aferraba a la idea de que aun no lo había contado todo y que podía ayudar a alguien con el blog. Empecé el año con la intención de seguir con el blog. Pero hoy será la última entrada del blog. ¿Por que e cambiado de opinión? Pues la "culpa" entre muchas comillas lo ha tenido mi futuro laboral y una conversación que tuve. Dentro de na y menos empezare a currar. Un curro que como todos, te quita tiempo para otra cosas, en mi caso para escribir. El blog se vería reducido con muy poquitas entradas publicadas, tal vez como mucho una al mes y no lo dedicaría con todo el tiempo que merece. Y no seria justo para el blog ni para los motivos que me hicieron crearlo. En cuanto a la conversación se puede decir que fue más que reveladora e inspiradora. Muy positiva. Y me ayudo a decidirme a dar el paso de ir a hacer una visita a mi antiguo instituto. Por lo tanto muchas gracias a esa persona. Pues bien una tarde cogí el coche y me dispuse para aya. Era por la tarde y sabía que difícilmente la visita no pasaría de ver los muros del instituto. Cuando llegue a la conocida rotonda vi uno de los cambios del instituto, una zona habilitada para aparcar, pero con una barrerita. Una vez estacionado el coche me dirigí hacía la entrada del edificio. Esperaba que estuviera cerrada. Pensé que tal vez podría saltar la valla. Pero cuando llegue a la altura de la puerta vi que la puerta de la verja estaba abierta. Parecía llamarme para que entrase. Traspase la entrada. No me resulto raro aparecerme delante del porche del instituto. Era como volver hacer algo rutinario que hacía mucho tiempo que no hacía. Y llegue a la puerta, la cual estaba abierta. Y entre. ¿Qué decir? Pues que una sensación extraña se albergo dentro de mis venas y de mis músculos. Una sensación extraña que me hacía estar como parado en el tiempo, como una tarde de hace mucho tiempo y a la vez lo veia todo con los ojos de alguien que ve algo ya muy remoto. No me detendre en decir que había cambiado y que no dentro del instituto o al menos lo que yo vi de el. Poco había cambiado su interior. Pero si había algo que había cambiado en su interior. Yo. No era el mismio chaval que había salido por ultima vez de aquel lugar. No era aquel chaval maltratado por sus compañeros. El que miraba con ojos atentos a todo lo que le rodeaba, ya no era un chaval, no. Era los ojos de un adulto. Mis ojos. De pronto en mi campo visual aparecio un hombre de rostro apergaminado. El conserje. El mismo conserje de mis tiempos de estudiante. El hombre me miro con mirada acusadora y me pregunto que hacía ahí. Le respondí algo así como que estaba visitando a un viejo conocido y me marche antes de que el hombre me preguntase que tontería era esa. Y así fue como visite el lugar donde tantos sufrimientos y miedos viví. Y he sentido con esa acción como me ha recorrido una paz inmensa. Siento que e cerrado no una pagina, sino un capitulo de mi vida. Me siento en Paz, con una paz soñada y por parece que lo he conseguido. Y con ese capitulo cierro este blog. El blog seguirá aquí para los restos de los restos de los siglos. Para que con mi testimonio le sirva a alguien de guía en este calvario que es el infierno escolar. Para los que no han sufrido acoso el blog estará para recordarles que el acoso escolar existe. Y para mis "musos": mi fiel comentarista Boirix y a mi fisio preferida gracias por haberme dado vuestras opiniones sobre el blog, por haberme sugerido tal titulo o tal entrada. Muchas gracias por ser no unas excelentes personas, sino lo siguiente. Por cierto os debo una selección impresa de las mejores entradas del blog. Un saludo a to@s de parte de Feanor o lo que es lo mismo : de un hombre feliz.
miércoles, 16 de marzo de 2011
sábado, 5 de marzo de 2011
La penúltima entrada del Blog
Durante el tiempo de vida de este blog e ido narrando como fue mi calvario en el instituto. Y tampien aparte de los acontecimientos que eh narrado me e permitido analizarme como era yo por auqella epoca. Los que me puedan seguir más o menos habitualmente y hayan leído casi todas las entradas (como por ejemplo Boirix Rex) saben muy bien como era mi yo del instituto, pero afortunadamente ese yo quedo atras o eso creo yo. ¿Pero como es Feanor hoy en día? ¿Como es alguien después de todos aquellos maltratos físicos y mentales? Cuando sali del instituto me costo aun un tiempo sanarme por dentro de todas las heridas que llevaba por dentro. Pero una vez que alguna de las cicatrices de mi alma se cerraron las demás siguieron con el ejemplo de la primera herida. Poco a poco me fui despojando de la marginalidad que me arropo tanto tiempo enaq uel infierno que fue para mi el instituto. Hoy en día Feanor es un joven que aun no esta ni en el ecuador de la veintena. También es un joven con bastantes inquietudes como por ejemplo su pasión por la literatura y por la historia entre otras cosas. Un joven que se dedica a buscar trabajo en medio de la crisis económica de las narices (en realidad parece que para mi el sol empieza a brillar). Un muchacho que los fines de semana no se queda rumiando sus amarguras en su habitación sino que sale con sus amigos y con la gente que realmente merecen la pena. Feanor ya no duerme rodeado de pesadillas, duerme en ocasiones con una sonrisa en los labios (a saber en que estará pensando cuando duerme, jejeje). Feanor sueña con un presente lleno de luz y con un futuro que aunque pueda tener algún nubarron siempre estara dominado por algun rayo de un calido sol. Los labios de Feanor pueden estar sellados o abiertos de par en par, pero ya nunca estaran sellador por un miedo atemorizarte que le oprime el estomago. Feanor ya no grita "Que se acabe todo como sea", no, ahora grita "a comerse la vida con mordiscos" aunque sea con la boca pequeña. En fin, Feanor ya no es el joven que fue: atormentado, acomplejado, oprimido por otros, aterrorizado ante un futuro lóbrego. Ahora Feanor es: FELIZ, FELIZ,FELIZ Y QUE SIEMPRE BUSCA LA FELICIDAD PARA QUE NUNCA SE VUELVA A ESCAPAR. En fin siento que lo soy y creo que me lo merezco después de tanto sufrimientos, aunque este mal que lo diga yo. También creo que hay que cerrar paginas y deciros que en breve publicare mi ultima entrada del blog.
miércoles, 23 de febrero de 2011
Un autocar, lluvia y una agresión
La incesante lluvia caía sobre los ya mojados huesos de cerca de una treintena de muchachos y muchachas de secundaria. Los grises y mojados rostros de los muchach@s miraban con poca paciencia la puerta del autobús cerrada que se alzaba justo a unos centímetros de sus caras. Dentro del autocar escolar el rostro rubicundo del conductor del autocar contemplaba con expresión aburrida un periódico sin parecer percatarse de que aguardaban a unos centímetros un grupo de escolares a los que tenia que llevar a sus casas. Unos escolares con las hormonas revueltas y en efervescencia que estaban hartos de empaparse "como cosa tonta". Algun muchacho increpaba al conductor. Pero este, en la cabina del conductor no parecía darse cuenta del enfado creciente que reinaba en el lluvioso paisaje de afuera. No, seguía leyendo el periódico. Los ojos de los muchachos intentaban detectar algún movimiento procedente de las manos del conductor que delatase que dejaba aquellas absurdas hojas impresas en tinta negra y que abriese las puertas del bus, alejandolos de auqella lluvia. Pero no parecia que el conductor fuera a reaccionar. Entre el grupo de muchachos uno de ellos empezó a abrirse camino a empujones "creyendose el rey del mambo" sin importarle quién estuviera delante.Cuando el muchacho ya estaba justo delante de la puerta del autocar, esta como si estubiera sujeta a algún tipo de encantamiento se abrio ante las narices del muchacho y del alibio de quienes le rodeaban. El grupo de chicos y chicas empapados hasta los huesos se precipito escaleras arriba huyendo de la llubia que caia afuera, huyendo de las frias y diminutas fotas de agua. Uno de los que subio el primero al autocar fue el muchacho que se había abierto camino a empujones entre el grupo de estudiantes. El joven se situó en unos asientos situados en el ecuador mismo del autocar y muy pronto se irguió en uno de los asientos de la misma manera que un depredador se hubiese colocado en una zona elebada para vijilar a sus posibles y jugosas presas. Jugosos e indefensos compañeros de instituto. No había pasado ni siquiera unos pocos jóvenes al autocar cuando las verdes puertas se cerraron en las narices de los que aun no habían logrado ascender por las escaleras y colarse en algun asiento del autocar. Un griterío salvaje y desesperantes de voces de muchach@s ascendio por las empapadas calles justo delante de la puerta de aquel autocar. Dentro del autocar el conductor miro al grupo de muchachos que estaban en la calle y después giro su rubicunda cara hacía atras, hacía donde se encontraban los jovenes que habían logrado ascender al autocar. Abrio la comisura de los labio y abriendo la boca de una forma algo burlona dijo: -Afuera todo el mundo. Ahora el griterio exploto dentro del autocar en un mar de protestas. El conductor abrio la puerta de nuevo y cuando ya un grupo de jovenes quiso subirse de nuebo, la puerta se volbio a cerrar ante los asombrados ojos de los mucahchos y muchachas. El conductor se volbio una vez más con voz imperatiba hacía los muchachos que aun estaban dentro del autocar. Dentro de sus dominios. -Fuera del autocar o vuestros compañeros sufriran las consecuencias- mientras decia esto ultimo indico con un huesudo dedo a los muchach@s que esperaban totalmente calados a que las puertas se volbieran a abrir. Esperando una vez más alejarse de aquel chaparron. Finalmente los alumnos que estaban dentro del autocar decidieron hacer lo que les pedía el conductor. Y las puertas del autocar se abrieron triunfalmente para vomitar a los alumnos que bajaban con aire derrotado. Humillados dentro de su ego juvenil. Y uno de aquellos humillados era el joven que se había colado en medio de la gente para poder entrar dentro de la calidez que brindaba el autocar. Ahora, el joven estaba cabreado y no dudaba en pagarlo con los que le robeaban gritandoles cualquier improperio que se le viniese a la cabeza. Pasado unos minutos las puertas del autocar se abrieron dejando pasar esta vez si, a los jovenes. Todos se precipitaron escaleras arriba con gritos de triunfo y satisfacción. Pero el muchacho que se había intentado colar no parecia satisfecho, para nada. Se sento en un asiento, más bién se encaramo al asiento y empezó a dar collejas al que pasaba por delante de donde el estaba. Otro joven, un muchacho con ire distraído y con una mochila, qué mas que una mochila parecía una ballena a la espalda, se sentó un asiento por delante del joven que repartia collejas. Cuando el autocar se puso en marcha la lluvia seguia callendo con rabía. Pero no solo la lluvia parecia desbordar rabia, también el joven encaramado en el asiento. No tardo mucho tiempo el muchacho en descargar toda su rabia adolescente en el muchacho que tenia delante. La cosa empezó primeramente con insultos. La ponzoña venenosa de las calumnias y de las mentiras no parecieron afectar para nada al joven del asiento de adelante. La primera provocación había fracasado. Pero aquello no termino en aquello, no, solo había empezado el tormento. Y a si los insultos dejaron paso a los a garrones y a los golpes. Un remolino de puñetazos se cebo con el muchacho del asiento de adelante.Y aunque el chaval intento defenderse sus intentos fueron vanos. Y poco pudo hacer ante aquella furia descontrolada. El conductor del autocar alertado por los gritos de los chavales que se agolpaban en los asientos de alrededor de donde estaba teniendo lugar la pelea paro el bus y se levanto para averiguar que estaba pasando. Cuando el conductor llego hasta donde se estaba produciendo la pelea, no vio una pelea. Lo que vio fue un ovillo acurrucado en uno de los asientos y encima de aquel ovillo había un chaval lleno de furia golpeándolo una y otra vez. Aunque el conductor se vio negro para separar al cabreado muchacho del otro lo consiguió (tubo que quedarse sorprendido ante la inusitada fuerza y furia de un chaval de quince años). Cuando el conductor consiguió separarlo le regaño y le amenazo con dejarlo en la carretera si volvía hacer algo parecido lo que quedaba de viaje. Pero el muchacho con toda la arrogancia que tenia en el cuerpo se espeto: -No tienes huevos de hacerlo. Por que si lo hicieses te mandarían a la puta calle y mis padres te denunciarían. El conductor se reprimió para no perder los nervios. Y con la cara colorada por la furia que le bullía por las venas consiguió que el muchacho se sentase en otro asiento mucho más apartado del joven agredido. Bueno la historia relatada arriba fue una de las tantas agresiones que sufrí durante mi periodo en el instituto. Con esta entrada e querido reflejar la impunidad de las agresiones ya que los conductores a parte de conducir supuesta mente parecen que tienen que poner orden en el confuso redil de las ovejas donde se a colado el lobo. Pero como se ve al final de lo que os e relatado poco pueden hacer contra los agresores ya que están atados de pies y manos ante la rebeldía de los agresores.
martes, 1 de febrero de 2011
Febrero el mes "del acoso escolar en el autocar escolar"
Enero ya a pasado y comienza Febrero, un mes más. Como un mes más en memorias de bullying iré publicando algunas entradas. Pero este mes abra una novedad y es que las entradas que se publicaran serán mono temáticas y tendrán un escenario común: el acoso escolar en los autobuses escolares. A partir de esta premisa todo lo que iré publicando durante Febrero tendrá que ver de una manera directa o indirecta con el escenario del autobús escolar de fondo. ¿Raro? Bueno, parece raro, quizás, pero esta ocurrencia o idea se me vino a la cabeza hace unos días cuando iba en un autobús cualquiera y a raíz de un hecho curioso se me encendieron las luces (o los farolillos, según como se miren) sobre que me había centrado en muchos aspectos del acoso escolar en el blog, salvo el del acoso escolar en los autobuses escolares (como prueba de lo que digo solo hay que ver el blog y darse cuenta, si es que uno lee las entradas, que solo una de las entradas hace referencia al acoso escolar en los autocares). Y es que si bien, el gris edificio del instituto o el colegio son los escenarios principales del acoso escolar también lo son los buses escolares. Así pues espero que disfrutéis de este mes de Febrero y de "Las historias del acoso escolar en el bus". Un saludo a todos los que me leen y algún despistado que me visite de pascuas a ramos :)
jueves, 13 de enero de 2011
Cuestión de segundos
En ocasiones es muy difícil guardar las formas. En ocasiones la vida nos pide paciencia y templanza. Y en esas ocasiones lo que uno se le pasa por la cabeza son mil y unas cosas salvo mantener la paciencia y tener eso que llaman tener templanza y los nervios de hierro. Difícil tener todas esas cosas en momentos difíciles. Y en esos momentos solo unas milésimas de segundo y tal vez el azar nos conduce a la diferencia entre tomar una decisión acertada y otra que nos hará embarrarnos aun más.
jueves, 6 de enero de 2011
Una historia de autismo que resulto no ser tal
Hoy me alejare un poco del acoso escolar, pero es para irme a otras realidades también lamentables. Nuestra historia empieza hace mucho tiempo atras y nuestro protagonista era un niño de alrededor de 4 o 5 años con los dientes ya ennegrecidos y en un precario estado a causa de los chupetes llenos de azucar que le daban cuando era bebe para que no llorase. Como digo el niño tenia unos 4 o 5 años y un buen día la criatura dejo de hablar y ni con sarca corchos podían sacarle las palabras. No hablaba. Y cual indio del lejano oeste solo se expresaba con gestos y señales. Se le comió la lengua el gato dijo alguna vecina a la madre del niño. La madre del niño se preocupo por aquella actitud de su hijo. Aquello no era normal. Meneo su aun joven cabeza y con el cariño y también la responsabilidad que da el ser madre empezó a remover cielo y tierra para averiguar que le sucedía a su hijo y que recuperase las ganas de hablar. Cogía a su hijo de la manita y se iba primeramente al medico de cabecera de la pequeña localidad donde residían. Cuando el medico de tez amarillenta meneo la cabeza ante el caso que le presentaban, la madre cogío de nuevo al pequeño de su manita y se fueron una y otra vez en un incomodo autobús al hospital infantil de la capital. "Tantas veces como haga falta" solía decir la esforzada madre a su hijo "Por que vamos a saber lo que te pasa a que sí" sonreía la mujer mientras se agachaba para abotonar la chaqueta de su hijo para que no cogiese frío. La visita al Hospital se hizo casi una rutina. Un día mientras estaba el niño y su madre en una sala de espera para nada especial a las que existen en cualquier Hospital una mujer que estaba esperando con una niña pregunto que le pasaba al crío ya que le veía hacer unos gestos muy raros. La madre del niño que aunque estaba apenada por lo que le pasaba a su hijo nunca había ocultado lo que le pasaba a su pequeño y siempre contaba su historia a todo el que quisiera escucharla, no con ganas de acaparar protagonismo ni para que le dijesen que pena sino movida por esa normal naturaleza humana de desahogarse con los demás se lo contó aquella mujer. Terminado el relato de lo que le pasaba al niño la mujer dijo con voz apenada y con gran imprudencia: "Que lastima tener un hijo retrasado". Y si fuera poca aquella afirmación unos días más tarde el mazazo fue más grande cuando un medico sugirió que aquello tenía toda la pinta de ser (redobles de tambor): autismo. Una enfermedad que afecta a quién la sufre condenándolo ala incomunicación con los demás, al desarrollo de la imaginación, a la falta de saber como expresar los sentimientos, etc. El niño tenía autismo. O eso es lo que le dijo el medico a la mujer. ¿Por qué había llegado aquel medico a aquella conclusión?, bueno en realidad no es que fuera una conclusión de punto y final sino una posibilidad ya que uno de los síntomas del autismo es el retraso o la ausencia del lenguaje. La madre del pequeño pregunto que era eso y más o menos la respuesta fue que su hijo si es que tuviese eso seria una persona incomunicada con el resto de la sociedad. Imaginaros el varapalo que fue para la madre del niño. Ya, pero lo que había pasado este medico por alto fue que si el niño hubiese sido autista no hubiese desarrollado una forma alternativa como la de hacer gestos con las manos para que le entendiesen. Y que los síntomas en niños se tienen que manifestar a una edad comprendida a los 3 años. Sin entrar en más valoraciones sobre este profesional de la medicina decir que siguieron las pruebas, tales como un tac craneal (el niño ya siendo adulto nunca se olvido que aquella maquina parecía lo más grande del mundo y que dentro aun olía al vomito de un niño pequeño al que le habían hecho la prueba y se había mareado). Después de todo aquello al niño se le descarto el autismo y cualquier trastorno y nunca se supo que le había sucedido al niño. Para lograr que el niño hablase se le mando al logopeda y además se le puso un profesor de apoyo en la escuela ya que todo aquello había provocado que no fuera todo lo bien que debía de ir. Al final el niño consiguió expresarse razonablemente bien, terminar el colegio y convertirse en un adulto. Atrás tubo que dejar aquel enigma y la etiqueta momentánea que le pusieron de "niño autista", por le camino tubo que enfrentarse al acoso escolar que vivió en el instituto, pero esa es otra historia que aparece en otro lugar.
Otro año con Memorias de Bullying
Comienza un año más en el devenir de mi vida y de millones y millones de seres humanos en este planeta Tierra. También comienza otro año para el Blog, su primer año y al igual que el anterior seguiré denunciando el acoso escolar (y también cualquier discriminación que se cruce por mi camino) y relatando mi propia historia claro ejemplo de esta terrible lacra que se vive en nuestra educación.
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