martes, 29 de junio de 2010
Normalidad de la violencia en la calle
Hace ya un tiempo iba una tarde yo en el metro distraído, en una de las estaciones las puertas se abrieron para dejar paso a un grupo de estudiantes. Por el aspecto yo diría que iban a primero de la ESO. En este grupo se encontraba dos chicas, entre tanto chaval varón. La cuestión es que a pesar de mi distracción mirando el plano del metro para pasar el rato hasta llegar a mi destino vi por el rabillo del ojo como una de las dos muchachas le arreo sin ton ni son una bofetada (de esas que te ponen los carrillos como la piel de un tomate) a uno de los muchachos. Mi visión cambio rápidamente de mirar el plano para ver aquella improvisada y extraña escena. La muchacha después de haber golpeado al muchacho se echo a reír, lo mismo que si la hubiesen contado un chiste de estos que si bien son obscenos te arrancan una gran carcajada. El muchacho se encogió de hombros y la muchacha empezó a hacerle arrumacos, como si se tratase de un pobre y tonto perro. Esta escena me llamo la atención y me hizo pensar en que aquella acción que la muchacha había ejecutado con cierta inocencia y naturalidad era un indicativo claro de la normalidad que ha logrado en la sociedad (sobre todo en los más jóvenes) la violencia. La violencia ha logrado a mi parecer un alto grado de normalidad y hasta de aceptación, tanto que ha perdido su concepto original que ha tenido desde los albores de los tiempos. Como claro ejemplo de lo que os cuento es lo que vi en el metro. A nadie entre los chavales le sorprendió la bofetada que sin ton ni son la muchacha como dirían en mi pueblo le arreo en toda la geta. Y entre la gente adulta todos volvimos la cabeza, no por hecho de la agresión sino por que sonó bastante fuerte el contacto de la mano con la cara del muchacho. Solo se oyó algún que cosas hacen los críos de hoy en día. Y poco más. Y la verdad es que la cosa no fue a más. Pero la cuestión es que aquel acto refleja a las claras, según mi entender que entre la juventud la violencia esporádica, sin que medie nada antes para ejercerla es un síntoma de que la gran enfermedad de la violencia se está quedando entre la juventud, juventud que crecerá y que por mucho que algunos dirán que ciertas actitudes de la adolescencia desaparecerá en esos individuos en la edad adulta, se equivocan y aquel concepto equivocado de la violencia como algo normal lo arrastrara hasta la edad adulta. No entrare más en valorar el aspecto de la violencia en la actualidad, pero creo que es bastante obvio que tanto la violencia en si como los actos tal vez de menor gravedad, pero que contienen violencia al fin y al cabo es algo que por desgracia se esta volviendo normal en todos nuestros aspectos de la vida cotidiana y en todos los sectores tanto de edad como sociales. En fin un saludo a todo aquel que se digne a leer esta entrada y si le hace pensar aunque sea solo una milésima de segundo en lo que cuento hoy o en otras entradas anteriores me alegro sinceramente y esa será mi recompensa. Hasta la próxima entrada.
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Hola,buenas noches;si desgraciadamente se ve como algo normal.solamente usted, o tú,o yo,o quizás algunos pocos más;lo vemos rechazable.
ResponderEliminarMi hijo sufrio acoso escolar,y estoy convencida que uno de los "motivos"fue, que era y es, pacífico.al parecer tienen que nacer con unos guantes de boxeo en las manos.!Triste realidad!.Un saludo