viernes, 11 de junio de 2010

Un amigo, un apollo

Siempre hay que estar agradecidos a todos los que te han apoyado o bien a lo largo de toda o casi toda la vida y a los que han estado allí en un momento duro para apoyarte. Sin duda alguna hay que contar con gente que te apoyen, que te animen. Pero no solo de apoyos vive el ser humano y en ocasiones necesitamos a alguien que por así decirlo nos ponga los pies sobre la Tierra. Que en un momento dado, cuando hemos perdido el norte, venga alguien que nos zarandee y nos vuelva a poner en el rumbo correcto. Hoy en día hay pocas, poquitas personas que se atrevan a contrariarte por tu bien, no con el afán de joder como popularmente se suele decir. Esto es a mi juicio lo que hace diferenciar a aquellos que dicen ser amigos tuyos, todo el rato de jiji jaja, pero a las primeras de cambio si te he visto no me acuerdo. Esos queridos lectores no son amigos, ni pueden tener a mi juicio el apelativo de ex-amigos o antiguos amigos, ya que nunca lo fueron. Tal vez tu si de ellos, pero ¿y ellos de ti? Es fácil, facilísimo estar al pie cuando las cosas van bien, pero no están fáciles cuando todo se desmorona. Hay que echarle agallas, pelotas, narices sangrantes, como queráis llamarlo pero un amigo de verdad tiene el arrojo suficiente para contradecirte cuando a su juicio (y los hechos le dan la razón) no estás haciendo las cosas correctamente o te equivocas. No es fácil, no. No es fácil decir tal vez algo que pueda dañar a un amigo, pero ese daño momentáneo pueda quizás hacerle entender a esa persona que quieres su bien y solo eso. Cuando el barco se hunde el último que suele abandonar el buque es el capitán para asegurarse que las vidas humanas se han salvado. Pues un amigo es como ese capitán chalado que no huye, se queda para ayudar a su amigo. En ocasiones esas situaciones pueden ser goteras que se pueden solucionar tabiquetando un poco el muro y echando argamasa el amigo, es decir problemillas o intentos de una situación o de alguien ajeno por complicar, pero otras veces son auténticos aludes de agua y nieve que sepultan al más pintado, pero si tienes un apoyo, el apoyo de un autentico amigo ríete de todo el agua o de la nieve, que arrasen todo pero a ti ni te tocaran al tener tu apoyo a tu lado. Y el que tenga un amigo o una amiga así, capaz de preocuparse de uno de esa forma, tiene una de las cosas que a mi juicio deben de atesorarse y cuidarse para que no se oxiden en esta vida, en esta cruel y sarnosa vida. Ese amigo puede ser porque no tu pareja, la persona por la que tus entrañas suspiran y sangran por él o ella, puede ser tu herman@ el cual ha estado a tu lado desde que erais cachorros de teta, puede ser alguien que conocisteis en el cole y que te ha acompañado desde entonces. Sea quien sea esa persona procura tratarla bien, mímala, apoya, que se apoye en ti, en fin se un autentico amigo y por todos los rezos, ruegos o plegarias que existen en este mundo no te ciegues no veas a un lobo donde haya una oveja y viceversa. En fin voy a dejar así la entrada por que unas babas chorreantes procedentes de mi boca están salpicando el teclado de tan a mi juicio vehemente que me he puesto con esta entrada.

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