En mis años de aguantar burlas y eso que llamamos bromas pesadas atesore un buen número de las dos. Como comprenderéis las risas procedían del gracioso de turno y de la camarilla fiel y leal que traía consigo para que le riesen la gracieta última contra el pobre tonto de turno. En una de esas ocasiones fui victima de una de las más viejas bromas pesadas que existen en este cosmos. No recuerdo muy bien en que mes ni en que estación ocurrió aquel día, pero si recuerdo que venia del recreo. En la clase ya había dos muchachos, estos estaban en clase castigados si salir al recreo. El profesor encargado de estos muchachos hacía ya unos minutos que se había marchado. No sospeche que las miradas que me dedicaban de soslayo indicasen que estaban o habían planeado contra mí. A esas alturas ya, no era muy raro que provocase mi presencia miradas como aquellas o ciertas risas de desprecio. Me senté en la silla. En ese momento los dos chavales salieron del aula, para regresar al rato, acompañados de otro muchacho. -Oye, alguien quiere hablar contigo, afuera.- Me comunico uno de los muchachos. Pero que queréis que os diga, no le hice ni caso, temiendo que fuera algún tipo de emboscada. Ni me moví de la silla. Intentaron más tarde que me moviese con el supuesto de que tenía algo en la silla. Pero era y sigo siendo una persona muy testaruda y ni por esas me moví. Más me hubiese valido moverme, quizás la humillación hubiese sido menor y ante menos ojos. En fin, la clase empezó, sin que me levantase de la clase. Pero cuando se me callo un boli al suelo fui a recogerlo y al hacerlo metiendo más impulso en agarrar el boli de lo normal sentí que algo se desgarraba. El pantalón del chándal. Había sido victima de la broma más vieja la silla untada de pegamento. Las risas fueron estruendosas cuando me levante y la clase vio como en el trasero del chándal un hueco dejaba al descubierto mis calzoncillos. Mi consternación fue pequeña si consideramos las risotadas de mis compañeros de clase. Una vez más humillado, con una payasada, una vez más, una payasada para el baúl de los recuerdos. Lo que peor me sintió aparte del destrozo del pantalón, fue las risotadas el puñetazo que eso supuso para mi animo, una vez más.

viernes, 8 de octubre de 2010
Profesores I
Durante mis años de instituto conocí tanto a muchos chavales de mi misma edad o de otras como a muchos profesores. Estos últimos quizás merezcan una entrada, una entrada que hoy se la dedico a ellos. Conocí durante mis años de instituto a unos cuantos profesores que fueron tutores míos. No a todos les recuerdo de la misma manera ni intensidad. Algunos como es lógico los recuerdo o los estimo más que a otros. Esto se debe al grado de involucrarse que tuvieron algunos más que otros. Y es que todos eran profesores, pero algunos no solo se limitaban a asistir a clase y cobrar su sueldo mensual, sino que realmente intentaban no solo que aprendiese la persona que realmente quisiera sino también sacar todo lo que nos podía ofrecer como individuos. Recuerdo especialmente a un profesor de mandíbula imponente y semblante adusto que solo con mirarte hacía temblar al más chulesco de los rebeldes del instituto. La asignatura que impartía era Historia. Tuve la suerte, yo diría la gran suerte de ser alumno suyo durante dos años. A pesar de la imponente fachada de aquel profesor y de una mirada que parecía penetrarte en lo más dentro de uno, haciéndote pensar si podía leerte el pensamiento, era una persona de esas que aman su trabajo y trataba a todos por igual. Todo el que haya ido a mi instituto recordara el ya citado semblante serio, pero a pesar de aquel semblante cuando reía era toda una cascada de carcajadas y cuando sonreía recuerdo que toda su cara estaba surcada de una sonrisa franca y sincera. Aparte de dar la asignatura de Historia, era el jefe de Estudios de los cursos comprendidos entre primero, segundo y tercero, sino recuerdo mal. Este cargo le venia ni que pintado, ya que imponía y creo que para ese cargo uno debe de emanar autoridad a los alumnos y dedicación a ese puesto. Era un autentico espectáculo ver como en ocasiones los pasillos estaban atestados de alumnos ociosos le costaba un mundo hacer meterse a estos en sus aulas, mientras que con aquel profesor solo su presencia, sin una orden explicita hacía que todo el mundo empezase a meterse en sus clases y cerrasen las puertas temiendo que aquella estatua móvil se metiese en clase condenando alguno de ellos a un parte. Además, es curioso creo que fue el profesor que menos faltas tubo de asistencia de alumnos a lo largo de los años que a estado en un instituto. Tenía además una capacidad extraordinaria para captar la atención de los alumnos. Nos motivaba con cosas parecidas a anécdotas personales incorporándolas a lo que estábamos dando. Además en gran medida fue el culpable de que me aficionase al mundo de la tinta y la celulosa y me convirtiese en un ávido lector. Nos solía mandar pilas enteras de ejercicios y búsquedas en enciclopedias, lo que hacía que la asignatura de historia fuera más de letras que la de Lengua (que chiste más malo, pero creo que es un buen ejemplo). Aparte de los exámenes, trabajos y ejercicios mandados para que contase en la nota solía contar como nota importante la lectura de un libro al menos por trimestre. Nos solía recomendar tres opciones cada trimestre y cada uno debía de elegir la opción que más le conviniese. No nos obligaba a leernos todos los libros, solo uno por trimestre pero yo coji la costumbre de leerme al menos dos por trimestre. Consiguió supongo además el sueño de todo profesor de Lengua y literatura: que los alumnos se aficionasen a leer. Era extraño que alguna muchacha, de estas que se saltan las reglas de la moda y que parecen tener la etiqueta rebelde en la frente le pidiesen a aquel profesor que le recomendasen libros, aunque no contasen para la nota. Además era un espectáculo cuando contaba alguna de las batallas que aparecía en el libro, arrancaban "que guay", "joder, tío" por parte de los asistentes a sus clases. Conmigo se comporto como pocos profesores me han tratado en el aspecto personal al margen de las clases la cuenta figuran el y un profesor de ingles que fue mi tutor), supongo que cosa rara en un mundo tan impersonal como es el estudiantil. Recuerdo haber tenido largas conversaciones con el al terminar las clases y solía permitirme seguir haciendo un examen cuando la campana ya había tocado. Era yo creo uno de los profesores de esos que merecerían un premio por su dedicación, aunque solía decir: "Sí aprenden ustedes algo durante las horas que estemos juntos me conformo. Y si aprenden algo relacionado con la asignatura que imparto, será suficiente recompensa". Así con estos ejemplos y otros que podría poner se convirtió en un personaje digno de respeto y por añadidura si me lo permitís digno de alabanza por su dedicación y por la gran calidad de personal y humana que desprendía todas sus acciones hacía los demás. En un mundo en el que la figura del maestro y del profesor se ha hundido considerablemente y han perdido la fuerza educadora y moral de antaño y han hecho que todo aquel individuo que hoy en día ostente ese puesto sea maltratado por una sociedad cambiante e inconstante. Gracias, muchas gracias por haber tenido la gran suerte de haber conocido a aquel profesor en aquellos oscuros años que para mi fueron las clases en el instituto. Quizás, y es que suele pasar cuando admiras a alguien, esta entrada no le haga toda la justicia que merezca a su carácter y hacía su persona, pero creo que debía esta entrada. Así termino esta entrada que tendrá seguramente una continuación en la que seguiré tratando la figura del profesor con algún ejemplo de alguno de los profesores que conocí en el instituto. Hasta la próxima entrada.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Las ilusiones y los sueños de un adolescente
No puedo pegar ojo esta noche, ni contar ovejas me ayuda a pegar ojo. Esta entrada nace de un momento de insomnio. Me e levantado de la cama incapaz de pegar ojo, presto he cogido el boli y un cuaderno y me he puesto a escribir para así distraerme (supongo que esto lo publicare en el blog). Pero a pesar de escribir para distraerme, mi cabeza se va por los derroteros de las ilusiones y los sueños. Recuerdo las ilusiones y los sueños que albergaba cuando entre por primera vez en el instituto. También tenía temores, como es lógico en todo aquel muchacho que entra en un lugar nuevo y extraño. Estos temores, miedos y otros se transformaron en algo tangible y escalofriante que me atormento largamente. Pero centrémonos en los sueños e ilusiones de un muchacho de unos 12 años. Sueños e ilusiones. Tenía la ilusión de convertirme en profesor, esa era la aspiración última que tenía como meta para cuando terminase la secundaria y el bachillerato. Aun faltaban mucho tiempo para aquello me repetía a mí, pero esa sería mi meta, mi sueño principal. Pero aquel sueño con los vaivenes del tiempo y el acoso escolar se fue marchitando y transformándose en simple polvo. Por que en ocasiones nuestras ilusiones se transforma en simple polvo y una ráfaga de viento se lo lleva con una facilidad asombrosa. Así aquel sueño primario que en raras veces solía confesar fue eclipsado y enterrado por el acoso escolar y mi propia miseria personal. El sueño de convertirme en profesor venia por mi afición a la historia y a contar historias. Esta afición por la historia sigue vigente en la actualidad y constituye un pilar importante en mis horas de ocio. En aquel tiempo también y cuanto más sabía de los distintos acontecimientos históricos y de sus protagonistas mi avidez crecía tanto como un paquidermo africano. Así animado por aquella afición y por las sugerencias de algunas personas al ver mi interés por la historia me llevo a soñar con ser profesor. Debo de confesar que soñaba profundamente con aquello. Pero al final no pudo ser ya que el fracaso me arrastro y con migo también se hundió aquel sueño que tenia. Otro sueño que tenía en la vida, al menos cuando entre en el instituto era el de transformarme en alguien mejor. No solo en cuanto a conocimientos, sino en calidad humana. Era una meta tan ambiciosa para mí como la de llegar a ser en un futuro ser profesor. Creía que el convertirme poco a poco en adulto llevaba consigo el transformarse en alguien mejor y que los defectos propios de la inmadurez se borrarían. Esta vida me ha enseñado que estaba más que equivocado. Cada individuo debe de mejorar por su cuenta, sin esperar milagros y siempre tomando lo mejor de aquellos que le rodean. Para ser mejores personas no valen los títulos académicos ni los grandes apellidos ni las desorbitadas nominas. E aprendido aquello que alguien dijo "Cava en tu interior. Dentro se halla la fuente del bien, y es una fuente capaz de brotar continuamente, si no dejas de excavar" Y es que uno debe de buscar siempre ser mejor para con los demás y para con uno mismo. Esta meta la de ser mejor persona la he ido arañando centímetro a centímetro, aunque supongo que me queda aun eones para conseguirla. Durante mi periodo en el infierno del acoso escolar no puedo ocultar que me preguntaba a mi mismo de que me valía ser mejor persona y mejorar, si había individuos al rededor mío que parecían no perseguir aquella meta que perseguía yo y que veía justa y propia de todo ser humano, como el respirar. Aquella pregunta me venía a menudo después de un especialmente humillante y doloroso día de instituto, de infierno. El infierno en la tierra. Aún así a pesar de aquellos momentos de duda y preguntas nunca pensé en abandonar definitivamente mi búsqueda de ser alguien mejor. Y es que creo que cuando uno intenta ser mejor persona lo único que está haciendo es intentar ser feliz con uno mismo. Y esa felicidad aun hoy en día la sigo buscando. Porque la búsqueda de la felicidad, al menos a mi entender no se termina nunca y no se debe de detener aunque acontezca una de esas derrotas tan amargas que en ocasiones nos sorprende de muchas formas. Las ilusiones era otro punto que me acompañaban cuando entre aquella primera mañana de instituto (a la vez parece tan cercana y tan remota). Tenía la ilusión de aprender, la ilusión por los demás. La confianza hacía los demás era si bien no muy fuerte al menos era fuerte cuando veía que mi confianza tenía una respuesta positiva de los demás. Pero como ya comente en otra entrada la confianza se transformo en desconfianza ante todo lo que viniese de los demás. Se me fue pudriendo las entrañas poco a poco. Y aquellos anhelos, aquellos mares de ilusiones, aquella marabunta de buenas intenciones fueron sustituidos por algo hueco y lleno de miserias. Los sueños, sueños son. Aquella frase se transformo en una de mis preferidas, pues veía que todo lo que había aspirado era puramente ilusiones tan poco consistentes como los archiconocidos espejismos que provocan los desiertos en nuestras mentes. Hoy en día, ahora mismo si bien pienso que las ilusiones y los sueños de antaño son difíciles de cumplir hoy en día y que ya están desfasados (tal vez no lo son tanto pero seme antoja que a sí son) y soy algo escéptico, otras ilusiones reinan en mi cabeza, esa cabeza que me da tanto la lata, hasta tal punto de escribir en plena noche. Supongo que antes de publicar la entrada cuando la este reescribiendo en el ordenador tendré que hacer una criba y algunas modificaciones, pero supongo que esta entrada es tan válida como cualquiera de las que he publicado hasta ahora. Permitidme el atrevimiento ultimo de daros un consejo: recordad que sea el sueño o la ilusión que uno tenga debe de pelear por ella, aunque al final no se cumpla pero al menos pelear por vuestros sueños con todas las fuerzas y si al final no se cumplen, al menos no tengáis la sensación de que no habéis hecho todo lo que estaba a vuestro alcance para que se cumpliesen. Felices sueños :)
martes, 5 de octubre de 2010
La misma historia, otro rol
La vida puede ser un espejo de ilusiones. Es un pensamiento o una idea que siempre e tenido en mi mente. Muchas veces lo que creemos real, lo que creemos eterno o lo que creemos que es bueno se transforma en un abrir y cerrar de ojos en un espejismo que se ha desvanecido, viendo entonces la cruda realidad. Una cruda realidad que siempre ha estado ahí, salvo que nosotros no la hemos visto hasta entonces. En el tema que me atañe con esto del blog, el acoso escolar, es una realidad que si bien esta ahí, no siempre se ve. Se ve, al menos en lo que respecta a mi caso, cuando o bien te afecta a ti de lleno. Puedes ser la victima del acoso escolar o un familiar. En mi caso fui la victima de los improperios y las palizas, pero una vez abandonado el instituto la situación pareció por un momento volver hacía mí como un boomerang ciñéndose con alguien de mi entorno familiar: mi hermana. Esto se remonta cuando hacía apenas un año que había abandonado el instituto. Estaba por aquel tiempo trabajando y solía llegar a las tres para comer, la misma hora en la que mi hermana regresaba del instituto. Estaba aun bastante reciente mi paso por aquel infierno que se convirtió el instituto y las heridas aun no había cicatrizado del todo (yo diría que habían cicatrizado en un 10 %), aun así la vida se me plantaba por delante y las únicas preocupaciones eran la de asistir todos los días a mi puesto de trabajo. Pero la situación en la familia no era del todo tan buena. Aquel año un grupo compuesto por chicos y chicas del pueblo que solían ir al instituto de mi hermana, traían por el camino de la amargura a mi hermana cuando tenían que volver al pueblo en el coche de línea (ya que al no pertenecer al centro de referencia no tenían derecho a bus escolar y se tenían que conformar con el coche de línea que pasaba todos los días). Durante aquel trayecto que apenas dura unos 30 minutos se solían poner el grupo acosador en los asientos vacíos que rodeaban a mi hermana. Y entonces empezaba los tirones de pelo o los insultos (en ocasiones en forma de berridos tan parecidos como la berrea de los ciervos como me confeso más tarde mi hermana). Salían del autobús y algunos de los muchachos o muchachas seguían a mi hermana hasta la calle donde vivimos co la escusa de que tenían que pasar por ahí, y ya de paso para seguir con la juerga padre (si es que se puede nombrar juerga al hecho de que un grupo de adolescentes se ceben contra una muchacha). Esta situación se fue agravando en un periodo de tiempo considerablemente corto y se extendió de tal forma que dos muchachos que iban al instituto donde iba mi hermana y que cojían el mismo autobús, pero que no pertenecían al mismo pueblo que mi hermana se unieron al maltrato. No se por que siempre me he imaginado esa situación como la que se podrían producir entre un ciervo acorralado por una jauría de perros rabiosos y babeantes que se ciernen sobre la indefensa presa (solo con imaginármelo no puedo evitar apretar los dientes y sentir algo raro en el estomago). Pero todo en esta vida tiene un rebose, una situación en la que uno explota. Y mi hermana exploto o mejor dicho la explotaron. Un día llego mi hermana llorando (como nunca la había visto hasta aquel momento, un lloro histérico), con la cara colorada y totalmente congestionada. Recuerdo que por la mañana se había puesto un chándal por que aquel día tenia clase de gimnasia, pues bien el chándal estaba desgarrado. Al verla la pregunte que había pasado, ella no podía responderme, salvo con un mar de gritos histéricos. Me llevo un tiempo hasta que por fin la saque la verdad, la miserable y cruda verdad. Durante el trayecto en el autobús la habían agarrado del pelo y la habían roto en chándal. Después cuando el autobús llego a la gasolinera del pueblo siguieron agrediéndola, aunque esta vez verbalmente, me imagino que para hundirla aun más si cabe. Y ahora estaba en casa. Como os podéis imaginar me plantee que hacer. Ni mi padre ni mi madre estaban en casa en aquel momento. Pero aquello tenía que empezar a solucionarse. Así que que fui directamente a la casa del muchacho que había agarrado por los pelos a mi hermana. Cuando llegue a la casa, el muchacho aun no había llegado. Hable o al menos intente hablar con la madre del muchacho. Y cual fue mi sorpresa cuando la expuse lo sucedido, me contesto que que iba a hacer ella. Que ella no era su hijo y que el era ya dueño de sus actos y ella no era responsable de lo que hiciese el. ¿Como que no era responsabilidad de ella el hacerse cargo de los problemas que creaba su hijo menor de edad? No podía salir de mi sorpresa. Aquella mujer que tenía delante mía no se hacía cargo para nada de su hijo. La respondí que entonces que pintaba su hijo viviendo en su casa. La callada por respuesta. Además ni se digno a abrirme la puerta, sino que estuvo todo el rato hablándome desde el balcón. Airado la respondí que aunque ella no se hiciese cargo de aquella situación ni iba a hablar con su hijo para atajar el problema, tendría que solucionarlo poniéndolo todo en manos de la justicia. Ni se inmuto. Me marche de aquel lugar y tome la decisión que más justa veía para atajar todo aquello. Me encontré con el muchacho y le dije a las claras que ni se pensase que se iba a librar, aparte que le recrimine su actitud, esto siempre que la frialdad que me emanaba del desprecio hacía el muchacho. Sí, desprecio. La gente que me maltrato esta perdonada, pues no hay mayor defecto en el ser humano que odiar y llenarse de rencor ya que lo único que hace esto es llenarte de miseria (esto ultimo ya lo he comentado en otra entrada, no publicada hace mucho); pero cuando ves a alguien crecer y convertirse en un desecho humano lo único que te puede inspirar es puro y sincero desprecio (el tiempo por desgracia me ha dado la razón). Una vez que había hablado con el principal causante de la mierda que había enfangado a mi hermana me dirigí de vuelta a casa. Había por supuesto otros causantes no menos culpables de lo que había pasado a mi hermana, pero aquello lo soluciono mi madre, de una manera que no distaba mucho de mi actuacion delante de la madre del muchacho. Mi madre hablo con algunos de los padres de los menores que habían intervenido en aquel suceso, denuncio ante el instituto lo acontecido y a uno de los muchachos que habían intervenido, pero que no era de nuestro pueblo ni de donde esta el instituto llamaron a su madre. Es curioso. La madre que yo me encontré era una persona que parecía desentenderse por completo de su hijo (aunque no actúo del mismo modo cuando se entero de la denuncia que le habíamos puesto, su actitud fue aunque parezca que no debería de decirlo, aunque es la verdad, su actitud fue de pedir clemencia y mil y un perdones si retirásemos la denuncia), pero la madre del muchacho que llamaron le afecto tanto el asunto que pidió nuestro numero de teléfono, no se lo dieron como es lógico, pero la mujer pregunto por los apellidos de mi hermana y así con los apellidos encontró en la lista telefónica nuestro numero. La mujer llamaba no para decir que su hijo era incapaz de hacer tal acto, como suele pasar por desgracia hoy en día y en aquel tiempo (que no hace tanto); sino para preocuparse por el asunto y saber hasta que medida había intervenido su hijo en lo que le había pasado a mi hermana. La mujer pregunto si iba a denunciar mi madre el caso ante la Guardia Civil, mi madre la comento que ya había puesto la denuncia y que su hijo estaba metido en esa denuncia. La mujer lejos de lamentarse alabo a mi madre y comento: "SI MI HIJO NO HICIESE COSAS ASÍ NO NOS TENDRÍAN QUE DENUNCIAR". La mujer le dijo a mi madre que había actuado con este asunto de la misma forma que ella lo hubiese hecho y que castigaría a su hijo y que el muchacho se disculparía ante mi hermana. Los meses pasaron y salio el juicio por el cual el principal cabecilla de la agresión quedo condenado a unas horas de servicio comunitario, a los demás menores se les salvaban por completo de ningún tipo de condena. Pero aparte de juicios, lo que gano mi hermano fue la tranquilidad y el final de aquel conato de acoso escolar. Aquella historia si que tubo un final feliz y para respiro mío mi hermana no tubo que vivir en un infierno constante como el que viví yo en mi instituto.
viernes, 1 de octubre de 2010
Otoño: Nuevo curso escolar
Hace ya unos cuantos eones cuando solía terminarse el verano y llegaba el otoño con sus característicos árboles descoloridos y poco a poco se desnudaban sus ramas, también me indicaba que empezaba otro año de instituto, otro año de infierno y sin sabores varios. Aquellos primeros días solían primar esa sensación de frió por las mañanas y de medias mañanas de soles cálidos. En mi caso, en el caso de mi vuelta al instituto solía caracterizarse por una nueva clase, aun más destartalada que la del año anterior, las caras conocidas de mis compañeros, aunque siempre había un par de nuevos rostros y los desfiles de distintos profesores que ese año nos darían clase. Cada año la misma historia. Solía haber un periodo de tranquilidad (que solía ser los primeros 15 días más o menos), pero después de aquel periodo de tranquilidad, la cosa empezaba por donde se había terminado el año pasado, por las fechas de Junio: el querido y bien intencionado acoso escolar que tanto le agradaba a mi espíritu y a mi cuerpo. Por eso no me solía agradar mucho que terminase el verano y empezase el otoño (aunque paradójicamente el otoño siempre a sido mi estación preferida del año), ya que suponía el principio de un nuevo año de oscuridad. A pesar de esto, de mi desagrado nunca me negué a acudir a un nuevo curso. Recuerdo especialmente un año de principio de curso que se llevo la medalla negra en tan solo apenas un mes y medio escaso. Aquel año me toco con una gran cantidad de repetidores, lo que no ayuda para nada al resto de la clase; ya que estas personas en muy raros casos se suelen tomar el repetir curso como una nueva oportunidad, miento si se toman ese año como una oportunidad: la oportunidad perfecta para arruinar el buen funcionamiento de una clase. Pues bien aquel año los repetidores eran ya subiditos de años y kilos de mala baba y arruinaban todo intento de aprendizaje. También por añadidura solían aprovechar las ausencias de los profesores (que aquel año se llevo la pera, tal vez por que nuestra aula quedaba al final de un pasillo muy, muy pero muy largo) para acribillar me a tizazos (lo que llamo en el blog las llamadas Guerras Ticeras). Imaginaros el divertido espectáculo y la bucólica estampa: un individuo sentado en su silla y con las manos en su mesa (yo) totalmente alejado de otras sillas de compañeros y siendo acribillado a tizas por una horda vociferante (el que quiera repasar el vocabulario que me solían regalar los oídos cada día en el instituto puede ver la entrada Agresiones verbales para que se pueda hacer una idea). Un día tras otro. Después me toco en gracia ser delegado de aquella clase. Fue el desastre total, robos de los partes, otra clase de robos no tan inocentes, etc. Y para colmo una paliza que me hizo morder las frías baldosas del suelo del instituto (este suceso esta relatado en las entradas La Oscuridad 1 y Oscuridad 2). Aquel principio de curso escolar sin duda alguna fue el peor de toda mi vida estudiantil y eso que tuve tiempo en aquellos años a ver unos cuantos principios de cursos.
lunes, 20 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
Libros: Los Pilares de la Tierra de K. Follet
La historia de los Pilares de la Tierra comienza una maña en un pequeño pueblo de la Inglaterra Medieval del siglo XII. Durante esa mañana se va a ejecutar a un individuo que se ha atrevido nada más y nada menos que robar una copa en una Iglesia. Pero el personaje es peculiar, tan peculiar que resulta extraño que haya robado la copa: no es de Inglaterra ya que no habla ingles y nadie sabe como ha llegado hasta allí y segundo no tiene ni idea de Ingles. Pero eso ni a un Noble, ni a dos clérigos parece impórtale en absoluto y lo ahorcan. Durante el ahorcamiento aparece una mujer que parece la compañera del ahorcado y hecha una maldición a los culpables del ahorcamiento. Con este comienzo espectacular y lleno de interrogantes sobre la identidad del ahorcado comienza y nos empieza a engullir la novela de Follet. Pero la novela nos salta unos años hacia delante para contarnos unas historias que en un principio no parecen estar relacionados con el ahorcado: la historia de Tom un constructor que alberga el sueño de ser el maestro constructor de una catedral. Las circunstancias le obligan a vagabundear por el país en pleno invierno con su mujer embarazada y sus dos hijos pequeños. La tragedia se cierne sobre Tom y la puntilla llega cuando muere su mujer durante el embarazo. Por otro lado la historia se traslada a otro lugar no muy lejano de Inglaterra donde las conspiraciones y la política reina campantemente a sus anchas involucrando a príncipes y clérigos en un mar de intrigas. Philips un monje descubre un alzamiento en armas contra el actual Rey de Inglaterra y sin seber muy bien que hacer acude a Kinsbringe para hablar del asunto con el obispo. Esta accion afectara no solo a la política de Inglaterra y a los intereses del Rey, sino que también hará que la vida del conde Bartolomew y de su hija Aliena y de Richard su hijo menor. Y con toda estas historias entrelazadas entre si se ve al fondo la construcción de una catedral y el devenir de los personajes principales se involucrara directa o indirectamente en esta magna construcción que esta destinada a perdurar por los siglos de los siglos (como dirían la iglesia). Nos encontramos así ante una magna obra de proporciones monstruosas .Por un lado, tenemos un amplísimo trabajo de investigación que hace que te sumerjas de lleno en la atmósfera medieval. No sólo en lo que respecta a las descripciones, si bien el Kingsbridge de la novela es ficticio (nos narra muy bien el crecimiento de esta población que era menos que una aldea con un priorato arruinado para pasar a ser una ciudad prospera y poderosa). Además hay gran documentación en lo que respecta al modo de vida, la alimentación, la estética, los gremios o el proceso de construcción de una catedral (me encanto como Tom en una parte de la novela explica como es la construccion de una iglesia Románica, creo que se enterara uno mejor con esta explicacion que con los manuales de historia).
Por otro lado, tenemos una amplísima historia con muy diversos personajes que crean tramas paralelas y peculiares, aunque con un punto en común que es Kingsbridge y su catedral. El atractivo de los personajes de Follet reside en su diversidad, en lo diferentes que son unos de otros no sólo en su procedencia pero también en su carácter y su ideología. Las vidas de estos personajes se van entrelazando hasta crear una trama sólida y consistente. También hay que destacar la diversidad de lugares que podemos ver en la obra, pasando por castillos, ciudades, aldeas, humildes iglesias, burdeles, palacios, etc... . También nos adentraremos en otros países además de la Inglaterra medieval como Francia y España. Por destacar algún aspecto negativo podríamos decir que los comienzos del libro son algo difíciles de leer en cuanto que puedan ser algo lentos (en mi caso me lo empecé a leer y lo deje y después de un largo tiempo seguí leyendo) y también puede ser un desanimo la cantidad de paginas, aunque esta abrumadora cantidad de paginas se convierte en una ventaja. En fin, que decir más sobre este magno libro que no solo es una novela histórica sino una rara aviris. Solo añadir que si alguno no se ha leído este libro se lo recomiendo desde este blog perdido de la mano divina.
martes, 7 de septiembre de 2010
En paz
No creo que deba de guardar ningún resentimiento ni odio a ninguno de aquellos que me acosaron y me atormentaron de una manera o de otra durante el infierno que me supuso para mi etapa en el instituto. Esto ya lo e comentado en alguna que otra entrada, pero me gustaría dejarlo claro con esta nueva entrada que me surge entre los dedos que martillean las teclas del teclado del ordenador sin parar. ¿Por que debería de odiarlos o guardar rencor contra unas personas que hoy en día no ocupan ni tan siquiera un mínimo espacio en mí día a día? Es una tontería, una absurdez guardar rencor a ninguna de esas personas, yo seguí con mi vida y pude remontar el agujero en el que me había metido poco a poco durante los años de infierno y penurias. Ellos han seguido con su camino (errado o correcto, pero su camino al fin de cuentas) y supongo que mi recuerdo en sus vidas no es ni tan siquiera tan grande como una mota de polvo. Así después de entender esta VERDAD (una verdad escrita con mayúsculas, aunque pocas, muy pocas verdades se pueden escribir en mayúsculas) metiéndome en lo mas hondo de mis recuerdos decidí que no merecía la pena guardar rencor. A pesar de esto alguna que otra persona en mi entorno cuando hemos hablado de esto, de mi infierno no ha estado reacuerdo con mi punto de vista y me a tachado de demasiado bueno. No, no soy bueno, solo intento reflexionar y las reflexiones me han conducido a este punto de vista. Pero si bien entendí que era una tontería el rencor y el resentimiento, también comprendí que era un error también justificar tan a la ligera la actitud que puedan tener otros con otras personas, en este caso con el acoso escolar que sufrimos de manera descarnada en este país, aunque algunos se empeñen en escurrir el bulto o mirar hacía otro lado. Aunque no les guardo rencor no veo necesario una cosa y es que si alguna vez, por algún azar del destino me encontrase con alguien de los que me maltrataron y este me pidiera perdón, mi respuesta seria ¿por que debo de perdonarte? No esta en mis manos, esta en las tuyas, si es que crees que necesitas ser perdonado. Pueda parecer que esto me lo acabo de sacar de algún santo o de algo parecido, pero es genuinamente lo que pienso y siento. No soy quien para perdonar a nadie después de tanto tiempo, sino que esta en sus manos el hacerse perdonar a si mismo por los errores que cometió a tan temprana edad. No pretendo ni quiero ser un santo, pero si intentar al menos, aunque no lo consiga hacer lo correcto y en la misma medida lo que es justo. Así que reflexionar para que sirve ese mal endémico llamado odio. Uno debe de sentirse con uno mismo y en la misma medida con los demás en paz, sin pensar que uno debe nada a los demás a causa de los errores cometidos, ya sean motivados por la ignorancia o por los miedos que nos embargan las entrañas y nos conducen como marionetas.
lunes, 6 de septiembre de 2010
La Armadura del Guerrero
La Armadura del Guerrero y sus utensilios: todo buen estudiante-guerrero cuenta con una equipación especial y característica que lo diferencia de otros guerreros como puedan ser los samuráis del Japón. El guerrero medio de secundaria cuenta con lo que denominamos mochila (nada que envidiar a los petates de las legiones romanas que pesaban más de 10 kilos). Una mochila puede ser muy variada en cuanto a colores y tamaño, variando de las mochilitas rositas a las mochilonas estilo Rambo. En las mochilas se puede encontrar un arma arrojadiza llamada libros. Estos libros son malvadas armas que como lleguen a tocarte la cabeza te la habían en un santiamén, dejándote en coma. También los libros sirven para hacer improvisadas barricadas y como escudos ante los misiles ticeros y bolitas de papel del enemigo. PASEMOS AHORA A HABLAR DE LOS CUADERNOS. SON PARECIDOS EN CUANTO A FORMA A LOS LIBROS, PERO TIENE LA TAPA MÁS DURA Y SIRVEN PARA UTILIZARLOS COMO ARMA MANUAL PARA REPRTIR TAPAZOS EN LAS CABEZAS DESCUBIERTAS DEL ENEMIGO. También sirven para anotar la lista de enemigos personales de uno, para escribir mensajes cifrados a las tropas aliadas y para hacer con sus hojas los proyectiles de papel. Tenemos en la mochila también a un curioso utensilio pequeño en ocasiones y muy jovial: EL ESTUCHE. Esto amigos lectores son armas de destrucción, mortíferos aparatos de matar. Se pueden arrojar, pueden servir de espada improvisada si son alargados, útiles también para guardar cualquier cosa. Son adornados los estuches con los símbolos pintados a boli del guerrero propietario del estuche. Existen armas que se pueden encontrar en el estuche como los capuchones de los bolis, que son útiles para crear bazocas mortíferos llenos de saliva y papel. También están las reglas, cartabones y escuadras ideales para los más despiadados y sádicos guerreros. Los lápices y portaminas son ideales para pinchar y torturar al suplicante enemigo agonizante. Pero no debemos de olvidar que la mochila aparte de ser una herramienta útil para guardar cosas, también es un arma. Sirve para que cuando te empujen y caigas boca arriba la descomunal mochila amortigüe el impacto de tu cuerpo con el asfalto y parezcas una tortuga boca arriba peleando contra el aire para poder incorporarte, para sentarse, para blandir la mochila como ultima y desesperada arma contra el enemigo. Bueno en fin, este es el manual de las armas del guerrero estudiantil. Espero que nadie se haya ofendido con esta entrada, solo quería quitar un poco de hierro al blog. AAAAAHHHHH dar las gracias a Boiorix por sugerirme esta curiosa entrada :)
Afortunado
Soy afortunado. Sí, no hay dudas que soy afortunado. Me siento afortunado por la gente que considero hoy en día mis AMIGOS (apunte señor Boirix). Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo no que no pudiera considerar a nadie amigo mío y engordaran las listas de conocidos, sino que no tenia ningún amigo (esta afirmación si bien es cierta tiene una excepción, que espero que se sepa reconocer esa excepción si lee esto). Como e comentado en otras ocasiones llegue a un punto de marginalidad y ostracismo durante mi periodo en el instituto, pero ese periodo se alargo aun un tiempo después de salir del instituto. La soledad apareció en el instituto y siguió después de que la pesadilla pareció terminar al dejar mi persona aquel instituto. La gente suele quedar los fines de semana con los amigos para salir o si se puede hacer entre semana, pues también. Pero en mi caso llegaban los fines de semana y acudía a mi el encierro y la más de las absolutas de las soledades. No tenía relación con nadie (si exceptuamos mi familia). A causa de este encierro en mi mismo (ya que eso no significaba que no saliese a la calle, sino que no me relacionaba con nadie) llego un punto que se convirtió en tema de burla por algunas personas. Nadie se podía explicar como un chaval de esa edad no se relacionase con chicos de su edad, ni tuviese eso que denominamos vida social. En los trabajos que tuve desde que abandone el instituto no me relacione con los compañeros, solo trabajar y punto. Ante ellos se alzaba una persona seria, callada y silenciosa. Estaba seguro que mi persona no era un estorbo, no, pero era mejor pasar desapercibido, no dejar huella alguna. Es decir muerto en vida. Eso no es forma de vivir, es una forma de encerrarse en un ataúd llamado uno mismo. Este encierro en mi mismo acarreo unas carencias notables a la hora de relacionarme con los demás. Pero un buen día esa persona que parecía un eterno día encapotado vio un poco de Sol, en forma de participar con un grupo de personas y a raíz de eso, ciertas personas me aceptaron en su grupo de amistades como si fuera uno de ellos de toda la vida. Es extraño, como un grupo de personas me atormentaron y me intentaron hundir movidos por su ignorancia, miedos, tormentos y esa crueldad propia del ser humano. Y como otro grupo de personas me arroparon y me aceptaron tal cual soy con mis miles de defectos y alguna virtud que pueda tener mi persona. Esta entrada va para ellos, para mis amigos "PIRILLANES", por que soy afortunado por tenerlos como amigos. Gracias por todo.
jueves, 19 de agosto de 2010
Olvido
El olvido es un mal que suele acompañar al hombre como lo hace un perro o un gato. El olvido de algunos males hace que estos no desaparezcan, sino que es la semilla para que vuelvan una y otra vez a repetirse. Esto mismo pasa con el acoso escolar. La sociedad se espanta al descubrir un caso especialmente sangrante de acoso escolar, pasa esa noticia a los periódicos, a las noticias y ¿luego? Pues luego el viento del olvido arrastra esos hechos lejos del recuerdo. Es responsabilidad de todos (nuestra) que no caiga en el olvido y dejarse de manirrotos complejos como que mejor no propagar a los cuatro vientos los diferentes casos de acoso por que luego la gente lo imitan. Dejemos nos de chorradas, que esto es una cosa grave. Que yo sepa cuando en el telediario sale una noticia relacionada con por ejemplo terrorismo nadie piensa que eso pueda ser ejemplo para que otros se animen a hacer lo mismo ¿o me equivoco? Seamos pues serios y consecuentes con esta realidad que es el acoso escolar o también llamado Bullyig. Y no nos de miedo a reconocer que existe en nuestro país, así como en muchos otros sitios del globo terráqueo esta enfermedad cancerígena llamada acoso escolar. No tengamos miedo a ver noticias de acoso escolar, por que cuando no veamos de vez en cuando esas noticias será por que ese problema se habrá extirpado. Yo por ejemplo no olvido el acoso escolar al que fui víctima durante mis años de instituto, no me amargo con esos recuerdos ni me atormento (por lo menos ya no), tampoco por recordar aquellas situaciones y a mis agresores se me viene un odio visceral y palpitante, no nada de eso. Me ha servido para mejorar como persona y para no ser indiferente al acoso escolar que hoy en día si bien ya no lo sufren mis carnes, huesos y neuronas varias, sí lo sufren otras personas. Por último deciros que no miréis a otro lado, por favor, respecto a esta injusticia (y a otras varías). Un saludo.
domingo, 8 de agosto de 2010
Caceria humana
Mire nerviosamente el reloj que llevaba en mi muñeca izquierda. Estaba en la clase de Religión y por una vez no quería que sonara la campana del timbre anunciando el final no solo de la clase sino del día. Pero como digo no quería que eso fuera así, deseaba con todas mis fuerzas que el reloj se detuviese y que no sonara la maldita campana de las narices. Me encontraba nervioso viendo que de un segundo a otro la clase se terminaría. ¿Pero por que estaba tan nervioso y porque no quería salir de clase llegado el momento de volver a casa? La respuesta era que tenía que pasar por la verja de la entrada y no me quería cruzar con lo que me esperaba ahí o mejor dicho con quienes me encontraría ahí. ¿Pero qué había pasado? ¿A caso importa? Pues lo de siempre que me había tocado en suerte un estupendo boleto con derecho a recibir unos golpes y si se prestaba el tiempo pues una paliza gratuita. Tres chavales se habían aburrido al parecer aquel día y se habían decidido a molestarme la cuestión es que no les preste atención pero el profesor de aquella hora sí y como consiguiente un parte para cada uno. Bueno, fin del asunto. ERROR. ¿Fin del asunto? y unas narices. El que la hace la paga, seguramente pensaron al unísono los tres muchachos ya que antes de terminar la clase me dijeron el temible "al terminar el insti te esperamos en la puerta y ni si te ocurra decir nada. Y yo como buen obediente nato que soy no dije a nadie ni mu sobre esta amenaza. Así que durante Religión rezando para que no llegara el fin, el temido sonido del timbre. Pero..... RRRIIIIIINNNNNGGG. Sonó finalmente el timbre. Salí con una congoja comparable de grande con el tamaño de un toro de lidia. Decidí perder tiempo en el aula recogiendo pausadamente mis cosas y después me fui por el camino más largo, ya que creía que el tiempo que había perdido no era el suficiente para que se hubiesen ido aquellos tres me metí en el servicio para echar mi última orina (mira que soy fisno, sí fisno). Total que cuando decidí que razonablemente era un tiempo que había tardado bastante y que nadie en su juicio estaría esperando tanto tiempo me encamine hacia fuera y cuál fue mi sorpresa al ver que se había formado un enorme tapón de alumnos y que aquello iba para rato. Mire hacia delante para comprobar que nadie me esperaba a un lado de la salida, pero con semejante tapón no vi a nadie. Espere pacientemente a que el gran flujo de estudiantes saliese (algunos no eran tan pacientes como yo y decían saltar las vallas). Por fin salí por aquellas puertas de hierro oxidado y lo primero que hice fue mirar en rededor para asegurarme que no existía peligro alguno. Uuuff. No había ni rastro de los tres. Camine tranquilamente y con la seguridad que te confiere el saber que el peligro había pasado. Estaba tan ensimismado que no vi como de alguna parte dos de los tres chavales se dirigían sin prisas hacía mi. Uno de los dos se tuvo que inclinar y coger una piedra, ya que esta paso por mi lado y por poco estuvo por darme. Ahí sí que me di cuenta de la presencia poco tranquilizadora de aquellos dos, aunque el tercer muchacho no se le veía por ninguna parte. Empecé a correr y ellos detrás de mi. Empecé a meterme entre la gente sin importarme si daba a alguien. Lo importante era llegar al autobús y ojala que este tuviera las puertas abiertas y nadie en la entrada. Me pesaba una barbaridad la mochila, pero tenía que seguir corriendo. Mis ojos no se volvieron hacía atrás para ver donde estarían esos dos, que estarían corriendo detrás de mi, rabiosos y llenos de furia por aquel insecto que yo representaba para ellos. Estaba a punto de llegar al autobús cuando la mala suerte o la rueda de la fortuna hicieron que me tropezase y cállese al suelo. No pude apenas levantarme cuando sentí que alguien tiraba de mi mochila y me hacia otra vez caer al sucio asfalto. Acto seguido empezaron a caer los puntapiés y algún golpe brutal dirigido a mi cabeza. Fue algo exprés y contundente.
sábado, 7 de agosto de 2010
¿Qué hacer?
¿Qué pueden hacer los padres para combatir el acoso escolar que sus hijos puedan sufrir? La respuesta a esta pregunta tendría varias fases: 1 Hablar con el tutor encargado de la clase del menor y averiguar si los acosadores de nuestro hijo son de esa clase. En el caso afirmativo el tutor debería actuar para atajar el asunto. ¿Qué puede hacer el tutor? Bueno generalmente haría un seguimiento del asunto y llamaría la atención a los menores acosadores y los sancionaría con partes o llamando a los padres del menor para plantearles el asunto, si este llega a extremos peligrosos. ¿Que sucedería si el tutor de nuestro hijo no hace nada? ¿Qué hacer? Habría que saltarse al tutor y recurrir al jefe de estudios y se le plantaría el problema este tendría que presentar el caso a la dirección del centro si el acoso está resultando especialmente alarmante. Entonces las medidas que tomaría el centro serian más duras contra los acosadores. ¿Pero qué sucede si planteamos el problema a las autoridades competentes del centro y fallan a la hora de atajar el problema o miran para otro lado? Por desgracia esta última pregunta se da a menudo, ya que el centro intenta no mancharse las manos e intenta no dar publicidad del asunto y hacer como que eso pasa en otros centros escolares. Y es que esa es en muchos casos la triste, tristísima realidad de nuestros centros educativos en este país llamado España. Se escurre el bulto en el centro, la situación se agrava, los padres de la víctima son ninguneados y se les ocultan la verdad en muchos casos. ¿Y qué sucede con los padres de los menores que agreden? Pues generalmente respaldan ciegamente a sus hijos y nunca se plantean aunque se les de pruebas del acoso que está perpetrando su hijo que su hijo está haciendo la vida más desgraciada a un igual. Además existe la ya desgastada expresión de "Son cosas de críos". Son cosas de críos las bromas, las peleas entre uno contra uno por tonterías, los enfados con los amigos por tonterías infantiles, etc. PERO NO, REPITO PERO NO son cosas de críos ir en grupo para agredir a un chaval, escupirle, darle palizas, agredirle con objetos contundentes o las llamadas armas blancas, amenazarle de muerte no un día ni dos sino todos los días. No son cosas de críos machacarle psicológicamente con frases como: No sirves ni para ser un saco de boxeo, eres menos que una mierda. No son cosas de críos y no son normales el amenazar de muerte a un compañero. Podría tirarme miles de líneas diciendo que son y no son propias de críos, pero creo que a estas alturas tod@s tenemos idea o deberíamos tener las cosas claras. Pero parece que no. Se justifica lo injustificable y se escurre el bulto con "Son cosas de críos" o son demasiado jóvenes para tener idea que están haciendo. Nada, ni nadie puede justificar el acoso escolar. Repito NADIE PUEDE JUSTIFICAR EL ACOSO ESCOLAR. UNA PALIZA PERPETRADA POR VAMOS A PONER TRES CHAVALES CONTRA OTRO CHAVAL NO ES UNA PELEA, como algunos quieren hacer creer. Tampoco quiero hacer con esto una demostración falsa que todos los que acosan son monstruos o fanáticos Psicópatas (que los hay). Son jóvenes, sí, con problemas como todos los chavales de su edad, pero resuelven sus problemas volcando todo lo malsano y podrido del ser humano sobre otros. Así pues antes de hacer vanas y absurdas declaraciones sobre el acoso escolar intentando justificarlo analicen todos aquellos la situación de manera objetiva, por que la objetividad, amigos, no es restar importancias a las cosas sino enterarse bien sobre el asunto. Y es de autentica vergüenza, repito de AUTENTICA VERGUENZA COMO EL PROFESORADO Y LAS AUTORIDADES COMPETENTES DE LAS COMUNIDADES AUTONIMICAS ESCURREN EL BULTO. Si esto falla hay que seguir luchando con todo lo que tengamos a nuestra mano. ¿Si todos esto falla que puede hacer los padres de la victima? ¿Tomarse la justicia por su mano? Tampoco. Nunca debemos, NUNCA DEBEMOS TOMAR LA JUSTICIA POR NUESTRA MANO. Por muy grande que sea la injusticia. Es sin duda alguna fácil, muy fácil hablar, dar consejos, pero dirán algunos hay que ponerse en el pellejo de uno. Pues bien este articulo esta hecho desde el pellejo de alguien que sabe de qué habla, de una antigua victima de esta lacra que da igual que la llamemos Bullying o acoso escolar, ahí esta.
Reflexionando
Mmmmm, ¿Que es lo que mueve realmente a una persona? Es una pregunta que se me acaba de venir a la mente, a la cabeza. Creo que la respuesta puede ser multitudes de respuestas para una sola pregunta, y todas muy validas, tan validas y tan diversas como personas que hoyan la tierra en estos momentos. ¿Qué te mueve realmente a ti, para levantarte todas las mañanas, para seguir vivo o viva? ¿Para seguir adelante?
Injusticias Institucionales: Denuncia por maolos Tratos
Estracto recojido en el diario degital "Estrella Digital" http://www.estrelladigital.es/cartas/Denuncia-malos-tratos_0_787721248.html :La víctima es mujer. Como agravante decir que es una menor que padece un Trastorno por Déficit Atencional (TDA).
La víctima ha sido sometida a acoso escolar durante más de 5 años, lo que ha dado lugar a un cuadro ansioso-depresivo por esta minante situación de indefensión, abandono y ninguneo. Motivado por ese cuadro ansioso-depresivo se le ha cambiado la medicación.
La víctima ha declarado ante su pediatra, tras salir del colegio con una crisis de ansiedad, deseos de morirse, no siendo infrecuentes estos sucesos. La propia pediatra comentó en su día, al padre las presiones existentes sobre este bullying consentido, que finalmente se han pretendido enterrar y esconder. Desde Servicios Sociales y otros entes se considera \\\"cosa de niños, siempre pasó\\\" ... nada alarmante pues.
A la víctima se le ha negado en su momento cambio de aula por ese bullying sistemático.
A la víctima se le han realizado tests sin el consentimiento paterno, falseando datos, tanto en informes escolares, psicopedagógicos, como de inspección. Asimismo al padre se le ha negado el expediente escolar de su hija reiteradamente, amén de cualquier información escolar de su hija.
A la víctima se le ha negado unas ayudas para Alumnado con Necesidades Educativas Específicas, a pesar de habérsele ofertado por diverso personal del entramado educativo extremeño y cumplir con todas las condiciones, lo que unido a la deficiente economía actual familiar ha dado lugar a no poder contar con sesiones psicológicas para su maltrecha autoestima y estado psicológicos.
Al padre se le ha “avisado” verbalmente por inspección que tendría problemas futuros y que el TDA, de su hija, prácticamente era inexistente, a pesar de estar diagnosticado por varios especialistas; por el contrario se ha dado la tesis manipulada e interesada míseramente de que seguramente los problemas de la niña se derivan del ambiente familiar; nada que ver por tanto con el origen genético y neurobiológico del Déficit de Atención.
Paralelamente a los escritos del padre, se ha producido un sistemático proceso de bulos y rumorologías a nivel local y de diversas Consejerías, con el fin de disfrazar la realidad y polucionar el caso, dándose un proceso sistemático de aislamiento, acoso, derribo y desprestigio social hacia toda la familia en sí y sustentado por diversos entramados institucionales.
En diversos informes psicológicos se constata el muy acusado acoso escolar, incluido el realizado por alguna asociación de carácter nacional ligada al Defensor del Menor, que en su día se desplazó a estudiar a la niña.
A la víctima se le ha negado ser evaluada, tras verse obligada a dejar el colegio, por lo que tampoco se le ha permitido matricularse en el curso que le correspondía por edad, méritos propios y conocimientos.
A la víctima se le ha negado ser valorada por equipo psicológico de la Fiscalía de Menores, a la que se denunció el caso por dos veces, al igual que en el Juzgado.
A la víctima y al padre no se le han permitido dar su versión y ser escuchados por la propia Fiscalía de Menores, aunque sí al colegio y al E.O.E.P.
Al propio padre se ha intentado, por la Consejería de Educación, que no accediese a la Justicia gratuita para demandar al Sistema Educativo Extremeño, por su economía y su discapacidad, teniendo que verse obligado a presentarse en un juicio en un juzgado de Badajoz para defender su derecho de Justicia Gratuita, incluso sin abogado para su representación.
Al padre se le ha denunciado falsamente en su día, abriéndosele un expediente por posible desprotección hacia sus hijos, tras denunciar previamente tres meses antes las graves irregularidades que se estaban produciendo y la falta de apoyos a nivel escolar, tanto a vari@s Consejer@s como al Presidente Autonómico actual y anterior de la Junta de Extremadura. Posteriormente y un mes antes de esa falsa denuncia, el padre se vio obligado a realizar una huelga de hambre; breve pero teóricamente efectiva, ya que se prometió por la propia Consejera y el Director General de Política Educativa de la Junta apoyos reales como el padre demandaba, aunque finalmente no cumplidos.
A día de hoy, nadie ha informado al padre por escrito de las causas que han motivado dicha apertura. En principio siguen buscando algún rastro de posibles malos tratos y negligencias hacia sus vástagos. Tampoco Educación ha informado verazmente de múltiples escritos realizados por el padre y cuando las escasísimas veces que lo ha hecho se han falseado datos, cronología, hechos, etc.
El padre, como somatización de todo este acoso y derribo sufre de tres lesiones en la retina de su ojo derecho, lo que ha dado lugar a una pérdida de visión de casi un 50% en dicho ojo, además de otros problemas de salud.
El padre se ha visto obligado a dejar su trabajo para dedicarse a apoyar a su hija, tanto anímico-emocionalmente como académicamente, llevando en esta situación obligada más de dos años, por el momento.
Al padre se le ha intentado repetidamente chantajear anímicamente con la posible pérdida de la tutela de sus hijos para llevar a la fuerza y sin garantías alguna a su hija al colegio y a esa clase, tras, como antes expresaba aguantar un sistemático acoso, prácticamente desde que está escolarizada, y por la que ya tuvo que cambiar de colegio en su día.
Al hijo menor del padre tampoco se le ha prestado apoyo logopédico y social, como solicitaba en su momento y como evidenciaba un informe del Equipo de Atención Temprana de la propia Consejería de Educación, cuando fue emitido, cara a su inminente escolarización.
El hijo menor, debido a su retraso en el lenguaje, constatado por diversos informes de especialistas y a su inhibición, se hizo sus necesidades fisiológicas en determinadas ocasiones, no siendo atendido en su higiene como correspondía al Sistema Educativo (y así lo deja ver el propio Defensor del Pueblo) hasta que llegaba el padre del trabajo que debía abandonar y lejos de la población de residencia. Consecuencia de ello además, a veces se perdían las sesiones de fisioterapia que se le daban determinadas mañanas, por diversos problemas que presentaba, dado que había que atender su higiene por esa inhibición presentada, que en modo alguno ha sido atendida escolarmente.
La víctima, por el momento, lleva dos cursos sin poder acudir a clase, tras la incapacidad y negligencia de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, para que se le proporcione a esa menor los apoyos necesarios, así como el respeto e integridad psicológica como poco.
Al día de hoy; y en cualquier momento, como ya expresó en escrito registrado y publicado en distintos medios de comunicación, el padre y afectado por acoso institucional puede verse obligado a tomar la decisión de mostrarse en huelga de hambre radical e indefinida, haciendo responsables de su deterioro en su salud física y psíquica a los titulares de las Consejerías de Educación, Igualdad e incluso Presidente Autonómico de la Junta de Extremadura, a los que se ha dirigido en diferentes ocasiones, sin que haya habido respuesta alguna a sus demandas.
Para finalizar, recordar como ya se hizo en escrito registrado el 10 de mayo pasado - Misiva ultima al Presidente Autonómico y Consejeras - que si finalmente se inicia esa actitud radical y obligada, será condición necesaria aunque no suficiente, ni mucho menos para deponer esta actitud radical, que cargos como los nombrados, informados pero complacientes, cómplices y cobardes dejen su puesto, tras ir sacando a la luz pública distintas pruebas muy comprometidas de ese acoso escolar e institucional consentidos.
La víctima ha sido sometida a acoso escolar durante más de 5 años, lo que ha dado lugar a un cuadro ansioso-depresivo por esta minante situación de indefensión, abandono y ninguneo. Motivado por ese cuadro ansioso-depresivo se le ha cambiado la medicación.
La víctima ha declarado ante su pediatra, tras salir del colegio con una crisis de ansiedad, deseos de morirse, no siendo infrecuentes estos sucesos. La propia pediatra comentó en su día, al padre las presiones existentes sobre este bullying consentido, que finalmente se han pretendido enterrar y esconder. Desde Servicios Sociales y otros entes se considera \\\"cosa de niños, siempre pasó\\\" ... nada alarmante pues.
A la víctima se le ha negado en su momento cambio de aula por ese bullying sistemático.
A la víctima se le han realizado tests sin el consentimiento paterno, falseando datos, tanto en informes escolares, psicopedagógicos, como de inspección. Asimismo al padre se le ha negado el expediente escolar de su hija reiteradamente, amén de cualquier información escolar de su hija.
A la víctima se le ha negado unas ayudas para Alumnado con Necesidades Educativas Específicas, a pesar de habérsele ofertado por diverso personal del entramado educativo extremeño y cumplir con todas las condiciones, lo que unido a la deficiente economía actual familiar ha dado lugar a no poder contar con sesiones psicológicas para su maltrecha autoestima y estado psicológicos.
Al padre se le ha “avisado” verbalmente por inspección que tendría problemas futuros y que el TDA, de su hija, prácticamente era inexistente, a pesar de estar diagnosticado por varios especialistas; por el contrario se ha dado la tesis manipulada e interesada míseramente de que seguramente los problemas de la niña se derivan del ambiente familiar; nada que ver por tanto con el origen genético y neurobiológico del Déficit de Atención.
Paralelamente a los escritos del padre, se ha producido un sistemático proceso de bulos y rumorologías a nivel local y de diversas Consejerías, con el fin de disfrazar la realidad y polucionar el caso, dándose un proceso sistemático de aislamiento, acoso, derribo y desprestigio social hacia toda la familia en sí y sustentado por diversos entramados institucionales.
En diversos informes psicológicos se constata el muy acusado acoso escolar, incluido el realizado por alguna asociación de carácter nacional ligada al Defensor del Menor, que en su día se desplazó a estudiar a la niña.
A la víctima se le ha negado ser evaluada, tras verse obligada a dejar el colegio, por lo que tampoco se le ha permitido matricularse en el curso que le correspondía por edad, méritos propios y conocimientos.
A la víctima se le ha negado ser valorada por equipo psicológico de la Fiscalía de Menores, a la que se denunció el caso por dos veces, al igual que en el Juzgado.
A la víctima y al padre no se le han permitido dar su versión y ser escuchados por la propia Fiscalía de Menores, aunque sí al colegio y al E.O.E.P.
Al propio padre se ha intentado, por la Consejería de Educación, que no accediese a la Justicia gratuita para demandar al Sistema Educativo Extremeño, por su economía y su discapacidad, teniendo que verse obligado a presentarse en un juicio en un juzgado de Badajoz para defender su derecho de Justicia Gratuita, incluso sin abogado para su representación.
Al padre se le ha denunciado falsamente en su día, abriéndosele un expediente por posible desprotección hacia sus hijos, tras denunciar previamente tres meses antes las graves irregularidades que se estaban produciendo y la falta de apoyos a nivel escolar, tanto a vari@s Consejer@s como al Presidente Autonómico actual y anterior de la Junta de Extremadura. Posteriormente y un mes antes de esa falsa denuncia, el padre se vio obligado a realizar una huelga de hambre; breve pero teóricamente efectiva, ya que se prometió por la propia Consejera y el Director General de Política Educativa de la Junta apoyos reales como el padre demandaba, aunque finalmente no cumplidos.
A día de hoy, nadie ha informado al padre por escrito de las causas que han motivado dicha apertura. En principio siguen buscando algún rastro de posibles malos tratos y negligencias hacia sus vástagos. Tampoco Educación ha informado verazmente de múltiples escritos realizados por el padre y cuando las escasísimas veces que lo ha hecho se han falseado datos, cronología, hechos, etc.
El padre, como somatización de todo este acoso y derribo sufre de tres lesiones en la retina de su ojo derecho, lo que ha dado lugar a una pérdida de visión de casi un 50% en dicho ojo, además de otros problemas de salud.
El padre se ha visto obligado a dejar su trabajo para dedicarse a apoyar a su hija, tanto anímico-emocionalmente como académicamente, llevando en esta situación obligada más de dos años, por el momento.
Al padre se le ha intentado repetidamente chantajear anímicamente con la posible pérdida de la tutela de sus hijos para llevar a la fuerza y sin garantías alguna a su hija al colegio y a esa clase, tras, como antes expresaba aguantar un sistemático acoso, prácticamente desde que está escolarizada, y por la que ya tuvo que cambiar de colegio en su día.
Al hijo menor del padre tampoco se le ha prestado apoyo logopédico y social, como solicitaba en su momento y como evidenciaba un informe del Equipo de Atención Temprana de la propia Consejería de Educación, cuando fue emitido, cara a su inminente escolarización.
El hijo menor, debido a su retraso en el lenguaje, constatado por diversos informes de especialistas y a su inhibición, se hizo sus necesidades fisiológicas en determinadas ocasiones, no siendo atendido en su higiene como correspondía al Sistema Educativo (y así lo deja ver el propio Defensor del Pueblo) hasta que llegaba el padre del trabajo que debía abandonar y lejos de la población de residencia. Consecuencia de ello además, a veces se perdían las sesiones de fisioterapia que se le daban determinadas mañanas, por diversos problemas que presentaba, dado que había que atender su higiene por esa inhibición presentada, que en modo alguno ha sido atendida escolarmente.
La víctima, por el momento, lleva dos cursos sin poder acudir a clase, tras la incapacidad y negligencia de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, para que se le proporcione a esa menor los apoyos necesarios, así como el respeto e integridad psicológica como poco.
Al día de hoy; y en cualquier momento, como ya expresó en escrito registrado y publicado en distintos medios de comunicación, el padre y afectado por acoso institucional puede verse obligado a tomar la decisión de mostrarse en huelga de hambre radical e indefinida, haciendo responsables de su deterioro en su salud física y psíquica a los titulares de las Consejerías de Educación, Igualdad e incluso Presidente Autonómico de la Junta de Extremadura, a los que se ha dirigido en diferentes ocasiones, sin que haya habido respuesta alguna a sus demandas.
Para finalizar, recordar como ya se hizo en escrito registrado el 10 de mayo pasado - Misiva ultima al Presidente Autonómico y Consejeras - que si finalmente se inicia esa actitud radical y obligada, será condición necesaria aunque no suficiente, ni mucho menos para deponer esta actitud radical, que cargos como los nombrados, informados pero complacientes, cómplices y cobardes dejen su puesto, tras ir sacando a la luz pública distintas pruebas muy comprometidas de ese acoso escolar e institucional consentidos.
El tiempo ha pasado o ¿no?
Hay que ver los vuelcos y los caminos que la vida toma a lo largo del tiempo. Uno nunca sabe ni sabrá que le deparara el destino. En ocasiones el pasado parece volver en forma de alguien con el que revives buenos momentos y sorprendentemente se suele hablar también de anécdotas y recuerdos en tal vez digamos que en épocas que uno no vivió un buen momento. Y entonces descubres que por muy malo que haya sido el momento vivido siempre hay detalles que te hacen reír y por unos instantes rejuveneces riéndote tontamente como si fueras un chaval otra vez. Se habla de los proyectos e ilusiones que uno tenía cuando era un crio o no tanto y los que tienes para el futuro. Compruebas que todo ha cambiado o que lo que crees que no ha cambiado si lo ha hecho. Pero sacas una conclusión o por lo menos yo la saco y es que no volvería a atrás por nada en el mundo, da igual si se trata de momentos muy felices o de momentos desagradables para poderlos cambiar (como comente en una entrada anterior no soy de esas personas que se lamentan diciendo si hubiese pasado esto o aquello, la vida es como es y punto). Descubres que le ha pasado a fulanito o menganito y meneas la cabeza sorprendido por los vuelcos que da la vida y la expresión de SI YO NO SOY TAN MAYOR Y PARECE QUE LO QUE RECUERDO O HABLO HAYA PASADO MUCHAS VIDAS ATRAS. En ocasiones cuando te enteras del devenir de otros parece que te resbala más que el de otros y descubres maravillado que la vida sigue para todos como la rueda de un molino que no cesa en moverse una y otra vez, una y otra vez. Descubres que la vida también comete autenticas justicias divinas y otras veces autenticas atrocidades, pero ese tema amigos míos es otro tema que daría para una entrada completa y su análisis correspondiente (no de orina ni de sangre por supuesto). La vida sigue girando y girando, la vida sigue igual o ¿no tan igual? Hasta la próxima entrada y un saludo de Feanor.
"Bajada" del acoso escolar (o eso dicen)
¡Ya estoy aquí! Arrrrr el barco. Bueno otra vez esta el pesado de Feanor para seguir escribiendo una entrada tras otra e intentando contribuir a denunciar el bullyig o acoso escolar. Bueno os dejo aqui un articulo de prensa relacionado con la "bajada" de denuncias por acoso escolar en el curso 2009-2010: Los casos confirmados de acoso escolar entre alumnos durante el pasado curso escolar 2009-10 fue de 17 entre los 174 expedientes abiertos por presuntos sucesos de hostigamiento entre estudiantes. Esta cifra es la mitad del curso anterior, que llego a 34 de un total de 168 expedientes abiertos. Así lo resaltó ayer el viceconsejero de Educación Escolar, Fernando Sánchez-Pascuala, en la presentación del informe «La convivencia escolar en los centros educativos de Castilla y León2009-2010», que desgranó en el pleno del Observatorio para la Convivencia Escolar, donde asisten representantes de todo el sector educativo de la Comunidad. El viceconsejero aseguró que del informe se desprende una «normalidad y estabilidad» en los problemas de convivencia en un colectivo formado por 360.000 alumnos y 40.000 profesores, donde el 97% de los escolares no protagoniza ningún tipo de problema.
Sin embargo, pesar de esa normalidad y del drástico descenso en el caso concreto de acoso escolar, Sánchez-Pascuala apeló a la «tolerancia cero», máxime cuando se trata de «casos difíciles de detectar» por el ámbito de miedo que les rodea. Precisamente esa nflexibilidad frente a estas situaciones explica que haya subido el número de procedimientos abiertos ya que ahora se investiga cualquier indicio que hubiere.
En este apartado destaca el denominado ciberacoso que utiliza las redes sociales de internet para desprestigiar o agredir a personas. Desde hace un año existe una web promovida por la Consejería de Educación para asesorar en estos casos, que hasta el momento ha recibido medio millón de consultas. Así en el curso pasado hubo cuatro casos de ciberacoso, frente a los siete del anterior. En esta ocasión afectaron a tres alumnos y un profesor.
Sin embargo, el 80% de las incidencias del curso 09-10 correspondió a interrupciones del ritmo normal de la actividad escolar, mientras que los incidentes entre los alumnos supuso el 11% del total de casos de alteración de la convivencia escolar, frente al 2,8% en l que las víctimas fueron profesores, en concreto 872 los que sufrieron desde respuestas y comportamientos despectivos a agresiones frente a los 818 del curso 08-09. Los docentes agredidos físicamente en el útimo curso fueron cuatro. Finalmente, el 3,2% e los casos de alteración de la convivencia escolar estuvo relacionado on destrozos y robo de materiales de los centros educativos y el 1,3% de los casos e debió a la falta extrema de interacciónde ciertos alumnos, que podría deberse a cierto tipo de acoso escolar o por un problema psicológico del afectado.
Prevención
Sánchez-Pascuala resaltó el incremento del celo por parte de a inmensa mayoría de los centros educativos ara mejorar la convivencia escolar. En este sentido, alabó las medida preventivas desarrolladas a través de cursos de formación con profesores, alumnos y familias, destacando la figura de mediaor al objeto de que agresores y víctimas comprendan que la convivencia «se aprende y se enseña».
Sin embargo, pesar de esa normalidad y del drástico descenso en el caso concreto de acoso escolar, Sánchez-Pascuala apeló a la «tolerancia cero», máxime cuando se trata de «casos difíciles de detectar» por el ámbito de miedo que les rodea. Precisamente esa nflexibilidad frente a estas situaciones explica que haya subido el número de procedimientos abiertos ya que ahora se investiga cualquier indicio que hubiere.
En este apartado destaca el denominado ciberacoso que utiliza las redes sociales de internet para desprestigiar o agredir a personas. Desde hace un año existe una web promovida por la Consejería de Educación para asesorar en estos casos, que hasta el momento ha recibido medio millón de consultas. Así en el curso pasado hubo cuatro casos de ciberacoso, frente a los siete del anterior. En esta ocasión afectaron a tres alumnos y un profesor.
Sin embargo, el 80% de las incidencias del curso 09-10 correspondió a interrupciones del ritmo normal de la actividad escolar, mientras que los incidentes entre los alumnos supuso el 11% del total de casos de alteración de la convivencia escolar, frente al 2,8% en l que las víctimas fueron profesores, en concreto 872 los que sufrieron desde respuestas y comportamientos despectivos a agresiones frente a los 818 del curso 08-09. Los docentes agredidos físicamente en el útimo curso fueron cuatro. Finalmente, el 3,2% e los casos de alteración de la convivencia escolar estuvo relacionado on destrozos y robo de materiales de los centros educativos y el 1,3% de los casos e debió a la falta extrema de interacciónde ciertos alumnos, que podría deberse a cierto tipo de acoso escolar o por un problema psicológico del afectado.
Prevención
Sánchez-Pascuala resaltó el incremento del celo por parte de a inmensa mayoría de los centros educativos ara mejorar la convivencia escolar. En este sentido, alabó las medida preventivas desarrolladas a través de cursos de formación con profesores, alumnos y familias, destacando la figura de mediaor al objeto de que agresores y víctimas comprendan que la convivencia «se aprende y se enseña».
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